Últimamente me estoy encontrando con personas, comentarios, artículos… de personas que cuando conocen el término «Bebé de Alta Demanda» y sus características invariablemente aseguran que todos los bebés son de alta demanda.

 

Lo primero que pienso en esas situaciones es: «vale, tú bebé no es de alta demanda»

 

Una mamá sabe cuándo su hijo es de alta demanda, precisamente porque no se parece en nada al resto de bebés. Y no tiene ninguna duda.

 

Estas afirmaciones tan rotundas me molestan un poco. El mensaje que me llega es: todos los bebés son de alta demanda y tú eres una histérica que se agobia con una situación que es normal.

 

Y no, las mamás de bebés de alta demanda, no somos unas histéricas, somos unas mamás sobrepasadas por nuestros bebés, porque son muy intensos, nunca tienen suficiente, siempre están alerta, tienen un carácter urgente… y no tenemos ni un segundo de descanso.

 

También he leído alguna opinión en la que se habla del término «bebé de alta demanda» como una nueva etiqueta que se está poniendo de moda.

 

Ya te he contado mi opinión sobre las etiquetas, y yo no creo que ésta lo sea. Yo más bien creo que es un término que nos sirve a las mamás para referirnos a unas características comunes de nuestros hijos, que por otra parte son totalmente normales.

 

Yo creo que todos los bebés son demandantes, pero no todos los bebés son de alta demanda.

 

Como igual esto es un poco confuso, voy a comparar a mis dos hijos para que veas la diferencia (aunque no me gustan las comparaciones, la realidad es que mis hijos son diferentes y es en esa diferencia donde se ve si un bebé es o no de alta demanda)

 

Siguiendo un poco las características de los bebés de alta demanda:

 

Intensidad: Mi hija es intensa para todo. Mi hijo a veces llora muy alto y a veces es intenso en lo que hace, pero no siempre.

 

Hiperactivo: Mi hija no para y nunca se cansa. Mi hijo tiene algún rato tranquilo.

 

Absorbente: Mi hija nos quita la energía a mi y a cualquiera que esté con ella. Mi hijo no.

 

Mama frecuentemente: Ella siempre estaba en el pecho. Él mama mucho, pero no a todas horas.

 

Demandante: Con ella todo es para YA. Él tiene más paciencia.

 

Despertares frecuentes: En eso van a la par. Duermen poco y se despiertan a menudo.

 

Insatisfecho: Mi hija siempre quiere más, nunca tiene suficiente. Mi hijo a veces se conforma con las cosas.

 

Impredecible: Con mi hija nunca sabes cuál va a ser su reacción. Su hermano es más predecible.

 

Hipersensible: Los dos son muy sensibles, pero mi hija si pasa una moto cerca, ahora se tapa los oídos, de bebé lloraba. Mi pequeñín ni se inmuta.

 

Piel con piel: Mi hija  (casi 5 años) sigue necesitando mucho contacto físico de día y de noche. Mi hijo (6 meses) quiere que le cojas muy a menudo, pero hay veces que prefiere que le dejes jugar a su aire.

 

No se calman solos: Los dos me necesitan para dormir.

 

Sensible a la separación: En esta también se comportan de modo parecido.

 

Como has podido comprobar, mi hijo es bastante demandante, cumple muchas de las características, pero mi hija es un bebé de alta demanda porque todo con ella es más extremo. No hay medias tintas, no es a veces si a veces no, es todo siempre.

 

Para mi, una posible clasificación sería:

 

  • Bebés tranquilos. Comen y duermen. Hay algunos, pero creo que no muchos.
  • Bebés demandantes. Piden lo que necesitan y cuando sus necesidades están cubiertas se quedan tranquilos. Creo que la mayoría son así.
  • Bebés de Alta Demanda: Piden lo que necesitan, pero es que necesitan mucho, así que piden y piden y… Y  tienen las cosas muy claras y te lo hacen saber. Éstos son de los que hablamos aquí. Éstos son nuestros hijos: intensos, extremos, agotadores, maravillosos. Creo que de este tipo cada vez hay más.
¿Y tú qué opinas?