Cuando estaba embarazada de mi primera hija, leí que una mamá apuntaba en un calendario cada pequeño logro de su bebé: su primera sonrisa, su primera palabra, su primer alimento…todas esas pequeñas cosas que son tan importantes. Me pareció una excelente idea, así que me hice con un calendario y me propuse rellenarlo como si fuese una especie de diario.
En cuanto empezó a hacer muchas cosas ya no me cabía todo en el calendario, así que cambié de formato y pasé a escribirlo en un cuaderno. El problema es que no siempre lo escribía en el momento y muchas veces lo olvidaba. Mi hermana me contó en una ocasión que ella cuando sus hijos eran pequeños escribía sus ocurrencias en cualquier parte, en un trozo de servilleta, en un sobre, en un ticket de la compra… en lo que tuviese a mano, y que de esa manera no lo olvidaba.
Yo intento un día a la semana hacer balance y escribir todo lo que recuerdo significativo.
El otro día, mi marido y yo hablábamos de todas las cosas que hace ya el peque, que acaba de cumplir 13 meses y está imparable. Y se me ocurrió sacar lo que tenía apuntado de su hermana a esa edad.
Cuando lo leí me quedé sorprendida ya que lo escibí hace más o menos cuatro años y sin embargo podía haberlo escrito hoy mismo, pero esta vez referido al peque.
Mi hijo el primer mes se comportó de manera muy diferente al primer mes de su hermana, pero en este momento son como dos gotas de agua, tanto físicamente como en comportamiento.
Muchas de esas cosas las habíamos olvidado y gracias a tenerlas escritas comprobamos que hacen exactamente las mismas cosas, a la misma edad.
Cosas curiosas como saber cómo hace el elefante, y cosas muy diferentes al resto de los niños, como ponerse a llorar en un sitio cuando hay mucho ruido, no dejar que nadie les coja, quedarse muy quietos mirando atentamente todo lo que pasa cuando llegan a un sitio nuevo (dando la sensación de ser niños tranquilos que ni se mueven, ni entienden lo que les dicen, cuando es todo lo contrario, están atentos a todo lo que les rodea, analizando su entorno al milimetro), dormir poco y de manera muy inquieta……
Analizando todo esto, porque yo también soy de analizarlo todo, siento que con el niño tengo una segunda oprtunidad para hacer las cosas. 
Con su hermana los primeros meses fueron muy duros. Hasta que entendimos porqué se comportaba así, hasta que conocimos sus necesidades, pasamos momentos muy difíciles todos.
Sin embargo con él, veo que todo ese camino ya lo tengo hecho, que todo lo que con ella empecé a hacer tarde por desconocimiento con él lo puedo hacer mejor desde el principio. Que todos los errores que cometí con ella los podré subsanar con él.
Ella seguirá siendo mi maestra, la que me irá enseñando todo lo que debo hacer. Y yo solo debo estar atenta.