Cuando eres madre y te encuentras con que tu bebé es de Alta Demanda, sueles sentirte muy perdida. No tienes claro qué pasa, porqué tu hijo se comporta de esa manera, no sabes cómo actuar y además el agotamiento te impide pensar con claridad, de manera que lo negativo se acentúa y nos resulta muy difícil ver lo positivo de nuestros chiquitines.

Cuando una persona es de Alta Demanda, lo es siempre, no es una enfermedad que se pase o se cure con el tiempo, sino una serie de características que definen la personalidad de esa persona. Así que habrá épocas más llevaderas, épocas más difíciles y épocas maravillosas en las que pensaremos que la Alta Demanda ha desaparecido, pero no es así, se transforma, cambia, se suaviza….pero sigue.

De esa manera cuando los bebés de Alta Demanda crecen, se convierten en niños de Alta Demanda. Algunas caracterísiticas cambian, otras se solapana y aparecen otras que ya nos van dando una idea clarísima del caracter de estos niños.

Realmente tienen un caracter fuerte y obstinado y supongo que dependiendo del tipo de crianza que reciba eso será bueno o malo.

Una educación autoritaria y represiva hará niños difíciles porque no se van a resignar fácilmente.

Una educación respetuosa y empática que atienda sus necesidades, hará niños felices y seguros de sí mismos.

Espero que se entienda que cuando hablo de educación respetuosa y empática, no me estoy refiriendo en absoluto a una educación permisiva en la que el niño hace lo que le da la gana todo el día, que no tiene límites y que sus padres satisfacen todos sus caprichos. Este tipo de educación hace niños déspotas, incapaces de pensar en nadie que no sea ellos mismos y lo que les apetece en cada momento.

En nuestra familia hemos optado por una educación respetuosa que atiende las necesidades de los niños sin olvidar las nuestras y enfocada en destacar las cualidades más positivas de nuestros hijos.

Una de las cualidades más evientes en mi hija es la interpretación en todas sus vertientes: cantar, bailar, imitar……todo el día a todas horas. Como es algo que le ha gustado desde que era casi un bebé, acude a varias actividades extraescolares muy muy lúdicas, para nada formales, en las que baila, canta, y hace poco hicieron una representación. Ahí vimos todas las características de la Alta Demanda en acción y debo decir que muchas fueron muy positivas y me hicieron sentir muy orgullosa de ella.

La semana anterior estuvo muy nerviosa, ya que además era la protagonista y por tanto la que más tenía que hablar. No tuvieron mucho tiempo para ensayar ya que además dedicaron algún tiempo a preparar el vestuario, el decorado y todo lo que iban a necesitar.

Esos nervios la producían ansiedad traducida en una hiperactividad aún mayor de la habitual en ella (además el mismo día le coincidía con otra función en el cole, así que tenía una a las 4 y otra a las 6) Fue una semana complicada, pero cuando llegó el día nos dejó sorprendidos a todos.

Primero hizo la del cole que eran unos bailes, unas canciones y una pequeña representación que salió muy bien y para mí fue muy emotiva porque salieron mis dos niños juntos. Cuando terminó la actuación de los niños degustamos unos platos cocinados por ellos mismos y me dijeron que mi hija tenía talento para la cocina (es otra de sus pasiones y también hace una extraescolar relacionada)

Después nos fuimos a toda pastilla a la otra punta de la ciudad para hacer la representación y mi hija demostró sus cualidades. La obra la hacían niños de entre 6 y 8 años y la mayoría decía su papel muy bajito, pero mi niña lo dijo con un aplomo y una fuerza que nos dejó pasamados. Controlaba totalmente la situación y sabía lo que tenía que hacer en todo momento tanto ella como sus compañeros.

Mostró muchas de las características de los niños de Alta Demanda: se mostró valiente, vigorosa, nerviosa, obstinada, con una gran fuerza de voluntad, despierta, desafiante y con una seguridad que yo no he tenido nunca.

Entonces recordé a esa niña que no quería estar más que en mis brazos, que no iba a ningún sitio si yo no iba, que no fue a la guardería, que en el parque se sentaba encima de mi a ver a los demás niños y me sentí orgullosa de ver que se ha convertido en una niña maravillosa, independiente y muy segura de sí misma. Ahora se que esto es solo el comienzo y que puede conseguir grandes cosas, porque ya empezamos a ver los frutos de sus características de Alta Demanda unidas a una crianza respetuosa.

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