Esta primera entrada del blog quiero que sirva como carta de presentación.

Soy Mónica, y mi vida dio un giro de 180º cuando me convertí en mamá. Estaba muy ilusionada, pero nació mi hija y yo tenía muchas sensaciones y casi todas abrumadoras. Mi niña no se ajustaba para nada al perfil que te venden de bebé.

Me decían: los bebés comen y duermen. Y la mía, comía con ansiedad y no dormía casi nada y lloraba de una manera que te removía las entrañas y nunca estaba satisfecha.

Todo el mundo nos juzgaba, nos criticaba, pero nadie intentó ayudarnos, ni siquiera nos escuchaban.
Por eso quiero ayudarte si estás en la misma situación, quiero decirte que tu hijo no tiene ningún problema, que tú no lo estás haciendo mal. Tenemos hijos más intensos, más sensibles y eso no es malo.

Quiero ayudarte a que encuentres el lado positivo, porque nuestros hijos son maravillosos, pero necesitan mucha atención y una gran dosis de paciencia.
Hace 4 meses he vuelto a ser mamá. Mi hijo no es de libro (sé que algunos hay) pero tampoco es de alta demanda.

Hoy después de casi 5 años, puedo decir que mi vida cambió el día que nació mi hija, pero sin duda para mejor.