Ese es el nombre del grupo de lactancia de mi ciudad al que pertenezco desde que nació mi hija.

Cuando ella nació, yo tenía muy claro que quería dar el pecho, la matrona que nos dio los cursos de preparación al parto se encargó de dejarnos muy claro que era lo mejor para los bebés y para nosotras.

Cuando nació mi hija todo fueron dificultades, ese llanto tan explosivo, 24 horas literales en la teta, no poder dejarla en ningún sitio, y todo eso unido a un dolor insoportable cuando ella mamaba.

El primer mes fue muy duro y estaba a punto de tirar la toalla, todo el mundo a mi alrededor me decía que le diese un biberón y así dejaría de pasarlo mal. Por suerte no les hice caso y seguí mi instinto. Algo me decía que tenía que seguir y que ese no era el problema aunque si una dificultad más.

En uno de esos momentos de estar al límite una buena amiga me recordó la existencia del grupo y llamé por teléfono a la que por aquel entonces era la presidenta. Me atendió fenomenal y me sentí mejor, así que decidí ir a una de las reuniones.

Me sentí arropada, comprendida, apoyada, recibí asesoramiento en cuanto a la postura, me relajé y a los pocos días todo mejoró, en cuanto al dolor que sentía.

La alta demanda de mi hija seguía ahí, pero en el aspecto de la lactancia yo me sentía mucho más segura de lo que hacía así que continué asistiendo a las reuniones.

Estas poco a poco fueron creciendo al igual que los niños, y también la amistad entre las que allí estábamos.

Ahora mismo el grupo es mucho más grande y está mucho más activo. Están naciendo muchas amistades y colaboraciones entre las mamás y entre los propios niños y yo ya no entiendo mi vida sin el grupo, sin su apoyo sin esa seguridad de que si te hace falta algo ahí están como una tribu para ayudar siempre al que lo necesita. Son un soporte magnífico.

Desde aquí te aconsejo que si quieres tener una lactancia exitosa te pongas en contacto con el grupo de apoyo más cercano.

También son importantes los grupos de crianza en los que puedes compartir los problemas que van surgiendo a medida que los niños crecen. Ahora gracias a interenet puedes conectarte con madres de todo el mundo en grupos afines a tu manera de criar. Si bien no tienes ese calor humano de los grupos presenciales, también son de gran ayuda en los momentos en los que necesitas un hombro en el que apoyarte. Así que no lo dudes, no estés sola en tu crianza, es mucho más llevadera con alguien a tu lado que te entienda.

Yo estoy encantada con mis grupos on line y con el grupo de mi ciudad.