Esta tarde hemos ido mi hija y yo a la biblioteca, las dos solas. Llevamos ya haciéndolo un par de semanas y es muy reconfortante.

Antes era algo que hacíamos muy a menudo y allí pasábamos un rato tranquilas leyendo cuentos y compartiendo un rato muy agradable. Cuando su hermano era pequeño continuamos haciéndolo pero en cuanto empezó a ser mayor lo tuvimos que dejar y no porque a él no le guste, al contrario le encanta y ese era el problema que en cuanto me ponía a leerle a mi hija llegaba él con algún cuento que había encontrado y entusiasmado nos iba contando: dinosaurioooo, pelotaaaa, camiónnnnn y yo con un ojo veía lo que él me enseñaba y con el otro seguía leyendo a mi hija que me urgía: «mami, sigue leyendo»

Conclusión: yo terminaba de los nervios y no hacía caso ni a uno ni a otro, así que como me veía incapaz de hacerlo de otra manera lo aparcamos por una temporada.

Ahora hemos decidido retomarlo y además hacerlo solas, así este vuelve a ser nuestro momento y eso es algo que nos hacía mucha falta a las dos.

Mis hijos se quieren mucho, y juegan mucho juntos aunque también tienen sus momentos como todos los hermanos, pero pocas veces tienen ratitos de exclusividad con mami y los dos me los reclaman cada día más, sobre todo ella que es la que les ha perdido.

Él tiene más ratitos de exclusividad: cuando toma teti, cuando le cambio el pañal, cuando nos vamos a dormir, mientras su hermana está haciendo alguna actividad fuera de casa, pero la verdad es que ella no tenía muchos ratos de dedicación exclusiva y eso estaba empezando a ser la causa de algunos problemas. 

Esta tarde hemos disfrutado mucho las dos, ella por la atención, y yo por la tranquildad de estar enfocada en una sola cosa sin estar pendiente de nada más que de estar por ella.

Me encanta estar con mis hijos a la vez pero también me gusta disfrutar de las particularidades de cada uno de ellos como se merecen. 

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