Existe una creencia cada vez más extendida de que los niños tienen que tener todo su tiempo ocupado haciendo actividades, y vemos a muchos niños pequeños que se pasan la mañana en el colegio y por la tarde van corriendo de extraescolar en extraescolar para llegar a casa agotados y continuar con las tareas que le han mandado en el cole. Entonces ¿cuándo juegan? ¿cuándo son niños?
Estamos sumergiendo a nuestros hijos en nuestro acelerado ritmo de vida y eso solo está teniendo consecuencias negativas: niños con estrés, niños con ansiedad, niños sin ilusión por la vida. Y eso es terrible, estamos destruyendo la infancia.

«Hasta la edad de 7 años, lo que realmente necesitan los niños es… jugar.»

Lo que la gente no termina de entender es que mediante el juego el niño aprende todo lo que necesita en ese momento de su vida. Que si les dejamos jugar libremete sus ganas de descubrir y aprender van a permanecer y cuando llegue el momento de aprender de forma más estructurada tendrán ilusión por hacerlo porque no les hemos cortado las alas, porque hemos respetado sus ritmos y han disfrutado de ser niños.

Los niños no deben estar tranquilos, sentados y callados. Los niños tienen que moverse, saltar, correr, tocar, ensuciarse, experimentar, aburrirse, crear. Los niños deben ser niños.