Todos los que tenemos niños de alta demanda sabemos que estos niños no tienen necesidad de dormir muchas horas. Esto es evidente desde que nacen, ya que incluso los primeros días mientras los demás recién nacidos pasan largas horas plácidamente dormidos, los nuestros apenas hacen minisiestas de 20 minutos tras las que vuelven a estar llenos de energía.

Con el tiempo, van a dormir mejor, pero siempre van a considerar que es una pérdida de tiempo. Y es que el mundo es demasiado interesante como para perdérselo.