Sólo las mamás de un bebe de alta demanda saben cómo puede llegar a resentirse su salud.
La primera dificultad con que se encuentran  es el sueño, o mejor dicho la falta de sueño. Los bebés de alta demanda duermen muy poco así que los padres no descansan.
Además necesitan estar en brazos continuamente y en movimiento, ya que su enorme curiosidad por el mundo desde que nacen les hace estar en estado de alerta continua.
Así que ya tenemos bebés que apenas duermen y que necesitan brazos, atención y movimiento constantes. Esto es bastante agotador.
Otro factor determinante es el llanto. Los bebés de alta demanda lloran mucho y de una manera muy fuerte. Es un llanto que se te mete en la cabeza y no te deja ni pensar ni por supuesto oir nada más. Esto resulta muy estresante porque hagas lo que hagas el llanto sigue y sigue. Las madres terminan poniéndose nerviosas, y se quedan sin recursos y sin paciencia.
La hora del baño suele ser otro momento de estrés, ya que por lo general es algo que no les gusta mucho.
Y  si necesitas coger el coche a diario  tu nivel de estrés subirá por las nubes.
Cuando los bebés van creciendo, el tema del sueño va mejorando, aunque no esperes que se echen grandes siestas como hacen otros niños de su edad, y aparecen otras dificultades.
Las primeras rabietas que en los niños de alta demanda se producen antes y con más intensidad.
Los primeros porqué, bueno los primeros realmente te parecerán ingeniosos y te gustarán, pero habrá momentos en los que estarás deseando irte a un lugar silencioso para no oír todo lo que sus increíbles cabecitas son capaces de inventar.
Cuando el tema del sueño y el cansancio físico esté superado el mayor problema será el agotamiento mental y es que la cabecita de los niños de alta demanda funciona a mil por hora y son incansables por lo que siempre querrán jugar, hablar, hacer……y cualquier momento será malo para comer, ir a la cama, vestirse…..así que te vuelves un negociador nato y para culquier tarea sencilla te encontrarás razonando y explicando, lo que puede ser muy agotador mentalmente.
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  Visto todo esto, te darás cuenta que nuestra salud puede verse perjudicada si no nos cuidamos.
En cada etapa debes mirar por ti, porque si tú no estás bien, no podrás atender en condiciones a tu hijo, tu familia, tu casa, tu trabajo……
Cuando son bebés, procura dormir siempre que puedas, aunque sean cabezaditas, no pretendas aprovechar ese momento para hacer otra cosa. En esta etapa lo importante es no gastar más energía de la que ya gastas en atender a tu hijo. Prepara comidas sencillas, rápidas y que te den energía, no te compliques, esta etapa pasará y podrás hacer comidas más elaboradas. En la casa haz lo mínimo imprescindible y no te sientas mal por pedir ayuda, piensa que está en juego tu salud.
Cuando son más grandes, procura buscar algún momento para hacer algo para ti, un momento que sea de total desconexión. Eso te hará volver con las pilas cargadas para afrontar mejor todas sus preguntas y sus inquietudes.
Cuida a tus niños con amor, pero no te olvides de cuidarte tú también.