Me llamo Mónica San Martín y soy madre de dos hijos: Sara de 11 años y Gael de 7.

Mi hija mayor es una niña de Alta Demanda, intensa y sensible que cambió por completo mi vida y por eso casi siempre hablo de ella, porque es el ejemplo de lo que quiero transmitir, de lo que para mí supuso su nacimiento y el tener que enfrentarme a su crianza desde una completa ignorancia.

Sin embargo muy pocas veces hablo de mi hijo Gael. Él también es muy sensible, incluso más que su hermana pero no es de Alta Demanda, su intensidad y sus necesidades son más “moderadas” y quizá por eso hasta ahora ha sido menos protagonista en esta historia de mi vida con la Crianza de Alta Demanda, pero resulta que su nacimiento fue tan decisivo o más que el de su hermana.

Cuando él nació, fui consciente de la diferencia entre ambos y pude apreciar en su total magnitud lo que significaba tener un hijo de Alta Demanda y fue entonces gracias a ese impulso, a ese aire fresco que siempre he sentido con mi pequeño, lo que me animó a crear mi página web y lo que me inspiró a ayudar a otras madres que estaba en la misma situación que yo viví los primeros años de mi hija.

Ese impulso me llevó a emprender la misión en la que ahora estoy completamente volcada y plenamente convencida que es transformar la vida de las madres de niños de Alta Demanda, y que lo puedan hacer desde el principio, desde que sus hijos son bebés porque eso eso les va a dar la oportunidad de disfrutar de sus hijos mucho antes, sin pasar por la angustia que yo pasé.

El nacimiento de mi hijo Gael fue el click que me hizo ver la realidad con otros ojos y lanzarme a contar mi experiencia al mundo, por eso entre el nacimiento de Gael y el de Crianza de Alta Demanda solo pasaron cuatro meses. Así de fuerte fue el impacto positivo de su nacimiento.

Hoy puedo decir orgullosa que hace 11 años empecé mi cambio de vida con el nacimiento de mi hija, y que llevo 7, coincidiendo con el nacimiento de Gael ayudando a muchas madres, bebés, niños y familias enteras a disfrutar de sus hijos, a cambiar la visión de su maternidad, a cambiar su visión del mundo, y en definitiva a ser más felices.
Una labor que me llena de satisfacción y con la que yo cada día soy un poco más feliz.

Así que quiero darle a mi “chiquitín” el reconocimiento que se merece, porque sin él nunca hubiese tenido el deseo y la fuerza para hacer lo que hago.

Si te resuena algo de lo que digo y crees que puedo ayudarte, escríbeme un mail y hablamos: monica@crianzadealtademanda.com