Los sábados acudimos a una ludoteca familiar en la que además de pasar un agradable rato jugando todos juntos con juguetes que no tenemos en casa, podemos llevarnos durante una semana un juego  prestado a casa. Eso nos permite probar montones de juegos y si nos gustan podemos comprarlos para jugar siempre que queramos.

El sabado pasado mi hija cogió uno que nos ha gustado muchísimo: Carcassonne Junior.

Está recreado en el 14 de julio, el Día Nacional de Francia, que es tradición dejar sueltas a las ovejas, gallinas y vacas. Durante todo el día, los niños de Carcassonne se divierten mucho persiguiendo e intentando atrapar a los animales antes de que anochezca.

Es muy sencillo de entender y resulta genial para aprender estrategias. Se trata de ir formando caminos mediante losetas y cuando el camino está terminado poner fichas de colores (niños de Carcassonne), de modo que el primero que coloque todas sus fichas gana la partida. La estrategia consiste en intentar cerrar los caminos que tienen las figuras de tu color y dejar abiertos los demás.

Es muy entretenido y cada tirada supone un reto, cosa que a los niños de alta demanda les motiva mucho, ya que pone en marcha su capacidad congnitiva.

Busca siempre juegos y actividades que hagan pensar a tus hijos, que les haga usar sus capacidades, que sean divertidos y les gusten.