Hoy te dejo la última de esta serie de entrevistas a mamás de niños de alta demanda. En esta ocasión es Gema la que nos abre las puertas de su casa para contarnos su historia. Una excelente persona con la que siempre es un placer «charlar» aunque sea de manera virtual.

Me llamo Gema Martínez, soy madre, experta en terapias naturales, empresaria de un centro de terapias naturales y emprendedora on-line. Soy terapeuta en varias herramientas de la medicina natural. Tuve claro desde siempre que si iba a tener familia yo tendría que buscar mi flexibilidad horaria para poder estar con mi hijo. Y así nació, Espai Natural que es el centro de terapias que junto a mi pareja David, llevamos hacia delante. Primero cogimos el centro, a los 2 años nació mi hijo Elías, y hoy  me encuentro en plena programación de mi emprendimiento on-line para cubrir todas nuestras nuevas necesidades. Os presento mi blog sinfonía-natural.blogspot.com.es y más adelante la web que podréis encontrar en el mismo blog.

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¿Antes de tener hijos, qué pensabas de la maternidad?

Pensaba que podría seguir haciendo lo que hacia pero llevando a mi niño a todas partes. Que seguiría siendo la misma. Nada más lejos de mi realidad. A cambiado mi vida desde lo más profundo de mí.

¿Cómo cambió tu vida cuándo nació tu primer hijo?

Cambió en todos los sentidos. Horarios de sueño, de rutinas, mis emociones, mi visión del mundo y prioridades…

¿Qué cosas hacía tu hijo diferentes al resto de los niños?

Estaba siempre despierto. Se ha mostrado siempre súper observador, era un recién nacido que no dormía a no ser que estuviera conmigo, en la teta y con mucha calma alrededor. Así que así nos pasamos muchos, muchos meses. Uno pegado al otro. Mostraba cuando algo no le gustaba «con ganas», como por ejemplo, que lo cogiera otra persona, no le ha gustado nunca, ahora con 3 años que tiene, tampoco.  Y cosas que han marcado mucho su carácter. Elige lo que quiere y no «le haces entrar por el aro», no se conforma fácilmente. También te diría que la relación que tenemos es de mucho apego, no se separa de mi fácilmente, esto a rasgos generales es lo que veo comparado con otros niños.

¿Cuáles son sus características más peculiares?

Observador, atento, cariñoso, respetuoso, prudente, con una capacidad de superación constante, inquieto, valiente, sensible, curioso… Creo que no podría parar esta lista nunca 😉

¿Tenías apoyo de la gente: pareja, familia, amigos…?

De mi pareja si, apoyo absoluto. Familia y amigos no tanto… al ser un niño que no se dejaba coger, que mostraba su desagrado rápidamente, que no se habitúa a lo que no quiere… Ha hecho que yo respetara eso y que como consecuencia se apartaran de nosotros. Yo como madre, he de propiciarle un estado de bienestar y si él no lo tiene porque el entorno no le era agradable, yo lo respetaba y eso no gustaba a todos. Bueno lo respeté en su momento y lo sigo respetando ahora.

¿El comportamiento de tu hijo afectó a vuestra vida de pareja, a la relación con vuestras amistades, a vuestra vida en general?

Si. Como comentaba antes, las típicas frases de lo tienes mimado, o lo acostumbras a no se que, o el «ya se acostumbrará» ha hecho que seamos selectivos a la hora de pasar nuestro tiempo en familia con otras personas. Hemos tenido que elegir, y así hicimos.  No es fácil que entiendan tu manera de hacer, ni tan siquiera que la respeten.

¿Has notado cambios en su manera de ser al crecer?

Si. Cada vez es más expresivo y deja que se le acerquen más personas. Elías es muy abierto y comunicador si sabes acercarte a él, si le invades, cierra la puerta y no quiere saber nada. Ante todo, respeto.

¿Qué es lo mejor de tener un hijo de alta demanda?

Todo. Te «obliga» a estar siempre al pie del cañón, a buscar recursos constantemente, a interesarte por varios temas en los que él muestra interés y conocer nuevos mundos. A cuestionarme y buscar siempre lo mejor. Para mi ha sido y es, algo maravilloso. No puedo imaginar un hijo mejor que él. Me encanta ser su madre y me siento orgullosísima de todo lo que hace 😉

¿Y lo peor?

Me faltan horas para dedicar al trabajo, aunque ahora que voy cambiando a nuevas formas de hacer, cambiará la cosa

¿Crees que tú has cambiado?

Si. Es imposible no cambiar. Por lo menos tal y como veo yo la crianza con respeto. Para mi el respeto es un valor que no puedo obviar y que rige mi vida, por lo tanto, es lo que le debo a mi hijo y eso hace que cambie todo mi alrededor. Tenerlo ha sido una superación constante.