Vivimos en una época de prisas. Vamos corriendo a todas partes. Pasamos la semana deseando que llegue el fin de semana, que pase el otoño para que llegue navidad, la primavera para que llegue el verano y las vacaciones, y así con todo.

También tenemos prisa con nuestros hijos. Queremos que duerman toda la noche, que gateen, que anden, que hablen, que sean independientes…Pero los niños tienen su tiempo y ellos van consiguiendo las cosas según su proceso madurativo. Si respetas ese ritmo el niño irá haciendo las cosas sin presión, aprendiendo poco a poco, pasando a la siguiente etapa cuando él se sienta seguro para hacerlo. Pero si no respetas su ritmo, le estarás obligando a hacer cosas para las que no está preparado, y eso puede tener consecuencias.

En el tema del sueño, por ejemplo, no podemos hacer nada para que aprendan a dormir, ya que antes de nacer ya lo saben hacer. Lo que ocurre es que su patrón de sueño es diferente al de los adultos. Tienen que ir poco a poco adquiriendo las fases de sueño que tenemos nosotros para poder dormir de la misma manera. Y eso requiere tiempo. Para cada niño un tiempo diferente.

Si por prisa, presiones externas o por lo que sea les «obligamos» a dormir utilizando algún método de los que hay por el mercado, lo único que conseguiremos es que se sientan abandonados, que piensen que no son importantes y de esa manera se duerman, sin autoestima, con miedo. A la larga eso puede tener serias repercusiones en el ámbito emocional del niño y además puede provocar problemas de sueño, justo lo contrario de lo que se pretendía.

Lo mismo pasa con el pañal. El control de esfínteres es un proceso madurativo y los niños no lo consiguen antes solo porque sea verano y a nosotras nos venga bien. O porque como en septiembre empieza el cole y no pueden llevar pañal. Los niños dejan de usar pañal cuando madurativamente controlan esfínteres, es decir cuando se dan cuenta que tienen ganas de hacer pis y caca.

Con mi hija lo pude comprobar. Un poco antes de cumplir los 3 años estuvo algún rato sin pañal, cuando ella quería,  pero en cuanto se agobiaba o se le escapaba el pis y no se daba cuenta se lo poníamos y ya está. Sin presión. Y llegó su cumpleaños. Ese día se levantó y dijo: «Me siento preparada y ya no quiero usar pañal».  (ella siempre es así de rotunda cuando se siente segura de algo) Y estuvo todo el día sin pañal. Con el trajín de la celebración a su padre y a mí, se nos olvidó por completo que no llevaba pañal, hasta que ella nos dijo que se hacía pis. Al llegar la noche le íbamos a poner un pañal para dormir y ella no quiso. Tuvimos un momento de duda, pero la vimos tan convencida que decidimos confiar en ella. No ha vuelto a usar pañales nunca ni ha tenido ningún escape. El día que ella se sintió segura, era porque lo estaba de verdad, por ella misma.

Ahora que ya tiene casi 7 años está teniendo grandes avances en cuestiones de socialización, hasta el punto que a veces quiere hacer cosas que hasta a los adultos nos cuesta hacer. Se siente segura porque siempre la hemos respetado, y ahora estamos recogiendo los frutos.

Hay que dejar a los niños ser niños. Ir a su ritmo. Dejarles madurar poco a poco. Darles tiempo para jugar libremente que es lo que necesitan para tener un buen desarrollo. Sin presión. Sin prisa.

 el tiempo de los niños

Aprende  de ellos. De vez en cuando olvídate  de las prisas y disfruta de la vida como sólo ellos son capaces de hacer. Deja que tu hijo te enseñe un ritmo más relajado de vivir.