EL término Bebés de Alta Demanda fue acuñado por el pediatra americano Dr. Sears: «High need baby», traducido al español como Bebé de Alta Demanda o de Alta Necesidad.
Casi siempre se utiliza como Bebé de Alta Demanda y cada vez tengo más claro que no es el término más adecuado.
  • Da lugar a confusiones ya que mucha gente opina que todos los bebés son demandantes, cosas con la que yo estoy de acuerdo, pero es que los bebés de alta demanda son algo más que demandantes y es ahí donde yo considero que el término falla.
  • En segundo lugar tienen una connotación negativa por lo que mucha gente lo ve como una etiqueta que no quiere utilizar.
En cambio el término Bebé de Alta Necesidad me parece mucho más acertado, porque aquí desaparece el aspecto negativo, ya que estamos hablando de necesidades y aunque todos los bebés tienen necesidades es más fácil entender que haya algunos que tengan más que otros.
Y la realidad es esa, los bebés y niños a los que nos referimos siempre en Crianza de Alta Demanda son niños que tienen unas necesidades muy grandes, de contacto físico, de atención, de estímulos, de conocimiento, de aprender, de explorar y eso es mucho más positvo que pensar que el niño está enmadrado, que solo quiere estar en brazos y que es un llorón.
Poco a poco vamos avanzando en el conocimiento de los niños de alta demanda y por suerte cada vez más gente conoce lo que esto quiere decir realmente aunque creo que aún nos queda camino por recorrer.
Es necesario que cambiemos la mirada hacia nuestros hijos y que nos enofoquemos en los aspectos positivos, en porqué son así y pensemos que la crianza es una carrera en la que los resultados no se van a ver hoy. Estamos sembrando para recoger los frutos en un futuro no muy lejano.
Así pues pensemos en sus necesidades, en lo que nos están pidiendo con su llanto, con sus protestas y en la medida en la que podamos vamos a darselo. Para ellos no es un capricho, es una necesidad.
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