El otro día leí un artículo que hablaba de la alta sensibilidad ,de cómo las personas muy sensibles tienen los sentidos más desarrollados. Esto hace que perciban más información y además la perciban antes.
Si nos centramos en los niños de alta demanda, sabemos que una de las características que tienen es la hipersensibilidad.
Si vamos fijándonos en los cinco sentidos que tenemos y en cómo los niños de alta demanda se ven afectados debido a su gran sensibilidad, podremos entender mejor algunos de sus comportamientos.
– El oído: Imagina estar en un sitio lleno de gente, hablando todos a la vez y en un tono bastante alto. A mí personalmente eso me aturdiría bastante. Pues si pensamos que ellos todavía oyen más, imagina qué sensación más abrumadora.
Eso es lo que le pasaba a mi hija cada vez que acudíamos a algún espectáculo infantil, donde el ruido del resto de niños y la megafonía del propio espectáculo eran ensordecedores. Ella no lo soportaba y siempre nos teníamos que ir. Ahora con 5 años, empieza a tolerarlo un poco.
– La vista: Los niños de alta demanda, son curioso por naturaleza. Siempre están atentos, mirando con precisión analítica todo lo que les rodea. Muchos además tienen memoria fotográfica. Ellos ven TODO, son muy observadores.
Esta es una cualidad buenísima, pero tanta información les satura, se sobreexcitan y les cuesta muchísimo calmarse. Cuando por fín consiguen cerrar los ojos para dormir, se relajan un poco al dejar de percibir los estímulos visuales, pero entonces tienen que procesar todo lo que han visto durante el día. ¿Será por eso que duermen tan inquietos?
– El tacto: Conozco casos de niños de alta demanda, que solo quieren vestirse con un par de prendas, siempre las mismas. Las demás no las soportan porque la tela es diferente o porque está más rígida. Ellos perciben cosas que a nosotros nos pasan desapercibidas.
– El gusto: Lo mismo pasa con las comidas. Son capaces de detectar ligeros cambios de sabor en las comidas.
– El olfato: Relacionado un poco también con las comidas y también con cualquier olor habitual que para ellos puedes resultar insoportable.
Si tenemos en cuenta todo esto seguro que dejaremos de pensar que muchas de las cosas que hacen son «manías»