Si algo define de verdad a un niño de Alta Demanda es que es MÁS.

Son niños más despiertos,cosa que demuestran nada más nacer mirando su entorno como si tuvieran unos cuantos meses.

Lloran mucho más, porque es su manera de comunicar su malestar o sus necesidades.

Son más intensos, en sus necesidades, en la expresión de sus emociones…en todo.

Son más sensibles, captan más estímulos por sus cinco sentidos y también son conscientes de los estados emocionales de las personas que tienen a su alrededor.

Son más rápidos, aprenden antes porque su manera de procesar la información es diferente

Tienen más angustia de separación, y necesitan siempre la presencia y la cercanía de su madre

Son más activos y eso les lleva a tener una gran energía durante todo el día

Tienen más despertares por la noche porque su cabeza sigue funcionando aún cuando duermen

Se ponen más nerviosos con facilidad, y necesitan nuestra ayuda para calmarse

Se frustran  más facilmente cuando no pueden hacer/tener lo que necesitan

Son más impacientes y necesitan las cosas ya

Son más testarudos lo que les hace tener las cosas muy claras

Son más perfeccionistas lo que les hace ser bastante exigentes consigo mismos y también con los demás

Son más entusiastas y te enseñarán a  vivir la vida de una manera más intensa

Tienen un sentido de la justicia más elevado por lo que te será útil la negociación y no la imposición

Son más desafiantes y necesitan entender el porqué de las cosas

Tienen más rabietas y las vivirán con más intensidad

Y la última aunque seguro que me he dejado muchas: tienes unos padres más agotados 😉

¿Se te ocurre algún otro MÁS que defina la Alta Demanda?

Si quieres aprender más sobre todas las características que pueden dificultar la relación con un niño de Alta Demanda y trabajarlas desde el punto de vista emocional para favorecer una comunicación eficiente que nos ayude en la convivencia diaria, ponte en contacto conmigo y hablamos 🙂